El carisma que el Señor nos regala, a través de ella, está hecho de interioridad y silencio y traduce la fraternidad franciscana en sencilla y abnegada vida de familia.
Familia confiada en las manos del Padre y atenta al Espíritu que la mantiene en verdadera unión.
A través de la voz de las hermanas de esta comunidad queremos dejar unos retazos de la vida de Madre Carmen que ponen de manifiesto esta VIDA DE FAMILIA .